lunes, 26 de mayo de 2014

Salmo 41: Deseo del Señor y ansias de contemplar el templo

Salmo 41: Deseo del Señor y ansias de contemplar el templo

Ant: Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío. Aleluya.

Como busca la cierva 
corrientes de agua, 
así mi alma te busca 
a ti, Dios mío; 

tiene sed de Dios, 
del Dios vivo: 
¿cuándo entraré a ver 
el rostro de Dios? 

Las lágrimas son mi pan 
noche y día. 
mientras todo el día me repiten: 
«¿Dónde está tu Dios?» 

Recuerdo otros tiempos, 
y desahogo mi alma conmigo: 
cómo marchaba a la cabeza del grupo, 
hacia la casa de Dios, 
entre cantos de júbilo y alabanza, 
en el bullicio de la fiesta. 

¿Por qué te acongojas, alma mía, 
por qué te me turbas? 
Espera en Dios que volverás a alabarlo: 
«Salud de mi rostro, Dios mío.» 

Cuando mi alma se acongoja, 
te recuerdo 
desde el Jordán y el Hermón 
y el Monte Menor. 

Una sima grita a otra sima 
con voz de cascadas: 
tus torrentes y tus olas 
me han arrollado. 

De día el Señor 
me hará misericordia, 
de noche cantaré la alabanza 
del Dios de mi vida. 

Diré a Dios: «Roca mía, 
¿por qué me olvidas? 
¿Por qué voy andando, sombrío, 
hostigado por mi enemigo?» 

Se me rompen los huesos 
por las burlas del adversario; 
todo el día me preguntan: 
«¿Dónde está tu Dios?» 

¿Por qué te acongojas, alma mía, 
por qué te me turbas? 
Espera en Dios que volverás a alabarlo: 
«Salud de mi rostro, Dios mío.»

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo 
como era en el principio, ahora y siempre, 
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant: Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío. Aleluya.

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