domingo, 2 de marzo de 2014

Himno


o el de Vísperas:

Cuando la muerte sea vencida 
y estemos libres en el reino, 
cuando la nueva tierra nazca 
en la gloria del nuevo cielo, 
cuando tengamos la alegría 
con un seguro entendimiento 
y el aire sea como una luz 
para las almas y los cuerpos, 
entonces, sólo entonces, estaremos contentos. 

Cuando veamos cara a cara 
lo que hemos visto en un espejo 
y sepamos que la bondad 
y la belleza están de acuerdo, 
cuando, al mirar lo que quisimos, 
lo veamos claro y perfecto 
y sepamos que ha de durar, 
sin pasión, sin aburrimiento, 
entonces, sólo entonces, estaremos contentos. 

Cuando vivamos en la plena 
satisfacción de los deseos, 
cuando el Rey nos ame y nos mire, 
para que nosotros le amemos, 
y podamos hablar con él 
sin palabras, cuando gocemos 
de la compañía feliz 
de los que aquí tuvimos lejos, 
entonces, sólo entonces, estaremos contentos. 

Cuando un suspiro de alegría 
nos llene, sin cesar, el pecho, 
entonces -siempre, siempre-, entonces 
seremos bien lo que seremos. 

Gloria a Dios Padre, que nos hizo, 
gloria a Dios Hijo, que es su Verbo, 
gloria al Espíritu divino, 
gloria en la tierra y en el cielo. Amén.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario