viernes, 31 de enero de 2014

LA SAGRADA FAMILIA

En uno de los lados de un pequeño cofre, una ventana se abre a un frasco. Este receptáculo precioso, atravesado por la luz sin ser roto, es metáfora del seno virginal de la Madre de Dios, que fue atravesado por la «luz nacida de la luz» sin que fuera quebrada su virginidad. Sobre la mesa, una pera simboliza la dulzura y la suavidad de los sentimientos de María. En el suelo, unas humildes hormigas, que trabajan ocultamente, austeras, honestas, virtuosas y sociables, representan el modelo del buen cristiano. Son siete. Este número sagrado significa la perfección evangélica a la que lleva la imitación de la humildad de la Sagrada Familia. En la casa de Nazaret, la familia de Jesús nos brinda la amable escena de la felicidad doméstica. Esta felicidad es una bienaventuranza. Manifiesta el misterio de la salvación que se realizará en la eternidad, tras cruzar el sufrimiento y la muerte. José cepilla una viga que evoca el madero de la cruz, mientras que María borda bellamente un gran lienzo blanco. Jesús alza el encantador rostro de la niñez, alegoría de la humanidad llamada a renacer para entrar en el reino de Dios. Sin embargo, este niño nos revela su divinidad al sujetar con un hilo la pata de una curruca de olivo. Este pájaro, amigo del hombre, supera incluso al ruiseñor en el virtuosismo de su canto. Simboliza al Verbo de Dios bajado del cielo y venido a habitar entre nosotros, que somos cautivos de la carne. Por último, a los pies del Niño Dios, hay una chinche roja. Su «cuerpo de fuego» es testimonio del amor con que el Hijo de Dios arde por la humanidad. Y, cuando se la mira de frente, se descubre dibujado sobre su dorso el rostro estilizado de Cristo. Admiremos la fe que, en el siglo XV, empujaba a nuestros padres a reconocer la presencia simbólica del Señor hasta en los objetos más modestos de la vida cotidiana. Que los esposos cristianos puedan compartir esta fe de los humildes de corazón y vivir lo ordinario de su vida familiar, en el crisol de sus límites y de sus dificultades, como una liturgia de comunión en la caridad de Cristo. ¿Acaso, en la vida de familia, no va todo encaminado a dar la vida por amor?


Pierre-Marie Dumont

(Traducción del original francés: Pablo Cervera Barranco)


La Sagrada Familia, sacada de un Libro de Horas español, posterior a 1461, ms. 18193, f. 48v., The British Library, Londres, Inglaterra. 

© British LibraryBoard/Robana/Leemage.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario