INVOCATIO: Brilla una luz en las tinieblas. Es el
Señor bondadoso.
LECTIO: 1Jn 4,19-5,4. Dios nos amó primero. El que dice amar a Dios y no ama a su hermano es un
mentiroso. Sal 71,1-2.14. Los rescatará de la
opresión y la violencia. Lc 4,14-22. Jesús en la sinagoga de Nazaret. Cumplimiento de la promesa mesiánica.
MEDITATIO: En los días posteriores a la Navidad, la liturgia está
empeñada en hacer ver al Niño Jesús, nacido en Belén, como el Mesías esperado.
Han desfilado en esta semana todos los aspectos característicos del Mesías.
Hoy, Lucas identifica al nazareno, hijo de un carpintero con el mismísimo
Mesías. En el se cumple toda la escritura y todo palabra de los hagiógrafos se
refiere a El. Inútil perderse en un bosque de batallas y personajes. Todo el
Antiguo Testamento, letra por letra está escrito para revelar la identidad de
un Dios amor y su empeño por salvar al hombre mediante el envío de Jesús, el
Mesías, su Hijo unigénito. El tanto esperado, el enviado para aportar la buena
nueva a los pobres, la liberación a los presos, la vista a los ciegos, la
libertad a los oprimidos.., es Jesús. La esperanza se ha visto colmada. El
Espíritu se ha dado a la chamba por aliviar el malestar en el mundo. El Padre
ha desbordado su amor por el ser humano y ha ungido a su Hijo único, encarnado
en un carpintero. Es el año de gracia, es la plenitud de los tiempos, el
derroche del amor, la estrategia de restauración de todo daño por el pecado
cometido en el mundo. Todos saben lo que es una buena noticia: el nacimiento de
un hijo, la graduación de una carrera difícil, la entrega del anillo de
compromiso, las nupcias de la hija con un buen partido, el regalo soñado, primer
lugar en un concurso, la asignación de un buen trabajo, la ordenación de un
sacerdote, la curación milagrosa de un enfermo. Pero ninguna noticia, ni todas
las noticias juntas igualan la Buena nueva, la llegada del Mesías al mundo, el
tiempo de bendiciones, la constatación del amor bajado de lo Alto. Es como para
brincar de alegría, para abrazar al de al lado, para brindar y escuchar música
a todo decibel. Que suenen las trompetas, que las naciones se unan en aplauso y
júbilo, que se rompa todo silencio, que enciendan todos los reflectores, que
irrumpa la alegría de todos en un chasquido que haga temblar el cosmos. Ha
llegado el Mesías. El médico para toda enfermedad, el sabio para toda duda, el
negociador para todo arreglo, el conciliador para todo litigio, el celador para
todo encierro, la herramienta para toda opresión, el bálsamo para toda herida.
Dios es amor y el amor todo lo puede. Compone lo desbaratado, arregla la
avería, alegra la tristeza, sacia el hambre, calienta la tibieza, ilumina la
oscuridad, espabila la pereza, anima el desconsuelo, restaura el daño, cumple
la promesa, culmina la esperanza, despeja la duda, fortalece la debilidad,
perdona el pecado. ¿Cómo tendría que aparecer el Mesías para que el mundo le
diera el crédito? ¿Cómo tendría que ser el amor para que el mundo quedara
satisfecho? Hoy se cumple esta escritura, dice Jesús en la Sinagoga. Las
reacciones son de admiración y descrédito, de júbilo y de rechazo. Se
escandalizan y se cierran en la incredulidad los grandes, los soberbios. Se
admiran y se alegran los pobres, enfermos y oprimidos. Ha llegado la gran
noticia.
ORATIO: Niño Jesús, gracias porque has
hecho abundar en nosotros el consuelo en medio de esta peregrinación terrena. Antes de que aparecieras, tu bondad se
hallaba oculta, aunque ya existía, pues tu misericordia es eterna. Estaba
prometida la salvación, pero no se alcanzaba a ver, hasta que apareciste tú en
pañales. Gracias, Jesús. Permíteme reconocerte siempre en los demás, sobre todo
en los más necesitados.
CONTEMPLATIO: La buena noticia
ACTIO: Ejercicios de navidad. Es patente el amor de
Dios y es patente que se ha querido manifestar en lo pobre y sencillo. Quien
dice amar a Dios y no ama al hermano es mentiroso. Amar al hermano para
manifestar el amor a Dios. Ser luz y alegría para el que vive a oscuras, en
depresión, en desconsuelo. Ser apoyo para el necesitado de pan y trabajo. Ser
sostén para el que flaquea y muestra adicciones. Mostrar el ingenio de la
caridad para salir al paso del necesitado y el pobre. Prestar tu coche, prestar
dinero, disculpar un error, hospedar en tu casa, contribuir a las buenas causas
sociales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario