miércoles, 8 de enero de 2014

LECTIO DIVINA Repartir amor

INVOCATIO: El pueblo que habitaba en tinieblas ha

visto una gran luz.



LECTIO: 1Jn 4,7-10. Amémonos los unos a los otros, porque Dios es amor. Sal 71,1-4.7-8.

Pueblos de la tierra, alaben al Señor. Mc 6,34-44. Jesús se compadece de una

gran muchedumbre porque andaban como ovejas sin pastor. Multiplicación de los

panes. 




MEDITATIO:  De nuevo la liturgia se

detiene a contemplar una imagen del Mesías bajado del cielo y en todo semejante

al hombre menos en el pecado. Ya no es aquel rey impetuoso y guerrero que pone

paz con las armas y hace justicia a Israel derribando al enemigo.

Inesperadamente, es un hombre que parece Dios y está dedicado a curar y

enseñar. Llueven los milagros y la muchedumbre se congrega para alcanzar del

Mesías la salud esperada o el pan para comer, la paz del alma o la palabra que

da vida. Las muchedumbres venidas de todas partes no lo podían creer; pan para

todos, salud a borbotones, una ley nueva sale de los labios del carpintero,

porque reparte amor y lo reparte a todos y en todo tiempo y lugar; no importa

si es lunes o sábado, si es en la ciudad santa o en las aldeas alrededor del

lago. La gente se pregunta de dónde tanta bondad y de dónde la doctrina de

autoridad si éste no es más que el hijo del carpintero de Nazaret y les

confunde el origen pero constatan y se benefician de las enseñanzas y los

milagros. Jesús no va por las ramas. Ha tenido largo tiempo para palpar la

necesidad de los pueblos. No es la paz política entre naciones, ni desquitar la

opresión de Israel, ni expulsar a los romanos.., lo que impacta su mirada y

mueve el corazón. Es el hambre de pan, es la paz de la conciencia, es la

enfermedad del alma y del cuerpo, es la incertidumbre y el descarrío de las

masas lo que cuenta. Y se mueve a compasión y les da de comer y de beber y cura

a los enfermos de toda dolencia y les enseña a repartir y compartir de lo que

hay, de cinco panes y dos peces. Parece increíble lo que se lee en este pasaje

del Evangelio, suena ingenua y nimia la agenda política y social del Mesías.

Pero al final del día es lo más lógico. Si quiere enseñar a las muchedumbres,

les tiene que dar primero de comer. En el siglo presente las cosas son atrevés.

Los ciudadanos que se compren el pan como puedan. Los niños que vayan a la escuela

para aprender y a los hospitales a ser curados. La agenda de los mandatarios

está llena de citas, programas, reuniones. No tienen tiempo para enseñar, ni

para curar, ni menos para dar de comer. Esas tareas las han delegado para el

maestro, el médico y el ama de casa. Lo de Jesús de Nazaret queda como único en

su género y que la religión no se meta en política ni el Evangelio en las aulas

del Congreso. Muy pronto los hombres de la calle han adoptado la misma doctrina

y la gente lo repite de boca en boca. ¿Repartir pan? ¿Curar sin paga? ¿Enseñar

gratis? Que lo haga la Iglesia, que lo hagan las instituciones caritativas y

sin ánimo de lucro. Y sin embargo, la enseñanza del Mesías es muy simple y es

muy actual. Dios es amor y el único mandamiento es amar. Si poco hay, con

repartirlo se multiplicará, porque el amor no es ni poco ni mucho, es

ilimitado. La enseñanza vale para todo maestro. La receta vale para todo

doctor. El programa vale para todo mandatario. Ahí está la tarea siempre actual

y simple para todo cristiano. Repartir amor.




ORATIO: Niño Jesús, luz de las

naciones, que viniste pequeño para hacernos grandes, luz para disipar nuestra

tiniebla, lléname de tu amor para entregarme incansablemente al servicio y

ayuda de los demás.




CONTEMPLATIO:  Repartir amor 





ACTIO: Ejercicios de navidad. Hay quien dice que el

ciclo vital es nacer, crecer, reproducirse y morir. Para el Evangelio es más

simple: amar. Amar es repartir, es educar, es aconsejar, es curar, es dar de

comer, es vestir, es saciar, es agradar, es servir, es dar trabajo, es invitar,

es compartir, es tantas cosas. Empecemos por repetir lo que hacía el Mesías.

Dar de comer, enseñar y curar. Hazlo en casa, en la calle, en la escuela, en el

trabajo. Empieza hoy. Amar.

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