miércoles, 30 de octubre de 2013

LECTIO DIVINA Puerta estrecha

INVOCATIO: Yo confío en tu misericordia. Alegra mi corazón con tu auxilio

 

LECTIO: Rom 8,26-30.El Espíritu viene en nuestra debilidad. Para los que aman a Dios todo les sirve para el bien. Sal 12,4-6.Confío en tu misericordia.Lc 13,22-30. En el Reino habrá de oriente y occidente, del norte y del sur. Esfuércense por entrar por la puerta estrecha.

 

MEDITATIO: Hay una gran preocupación por la salvación y el fin del mundo. En el siglo XXI no falta quien ha puesto el día y la modalidad. Pero el individuo humano no tiene fecha de caducidad. No han acertado nunca. En tiempos de San Pablo también cundía el miedo por los últimos tiempos. Él asegura que el Espíritu siempre viene en la debilidad del hombre. Impresiona que el hombre sabedor de este secreto, no quiera reconocerse débil, prefiere el tráfico de influencias. Cree que por haber comido y bebido con el Señor, la puerta está asegurada;  piensa que por ser del grupo de amigos tiene el pase. Pues no, no es así. En el cielo no hay portones. Sólo una portezuela estrecha y canija. Por ahí sólo entran los niños. “Si no se hacen como un niño, no entrarán en el Reino de los cielos”. Variantes de niños con derecho de acceso al paraíso son los pobres de espíritu, los mansos, los afligidos, los hambrientos y sedientos de justicia, los misericordiosos, los limpios de corazón, los constructores da paz y los perseguidos por causa de la justicia. Todos están invitados pero la puerta es estrecha y el que no adelgace, no entra. Encogerse al tamaño del niño es el reto para entrar por la puerta estrecha. Suprimir el orgullo herido por una palabra o actitud ajena; quitar los temores que vienen de la seguridad de los adultos; asumir lo que no salió bien sin justificaciones; dolerse de haber dicho algo indebido; rechazar el deseo de lo que no se puede conseguir, porque sólo Dios es omnipotente. La puerta estrecha implica practicar mucha humildad y bajar muchos kilos de grandeza fatua. En el planeta Tierra y a estas alturas del partido, el valor del ciudadano se mide por los títulos, los estudios realizados, la simpatía, el curriculum largo y variado, la experiencia variada y copiosa, los amigos influyentes, los contactos de alto nivel político y económico. Y dura unos cuantos años. En el cielo los parámetros son diametralmente distintos y se mantienen para siempre. Allí vale el desprendido, el bondadoso, el necesitado, el honesto, el compasivo, el hombre de corazón sencillo, el de alma de niño y de espíritu magnánimo. En definitiva el que tiene amor. Cabe cualquiera por la portezuela, pero que tenga amor. Porque al que ama todo sirve al bien y le espera el premio eterno. Los humanos ávidos de propiedad, también se han adueñado del reino de los cielos como si pretendieran poner sus propias garitas para obligar a los hombres a abrazar determinados comportamientos religiosos y morales. Lo que está claro es que el Espíritu de Dios siempre viene en la debilidad del hombre y para el que ama realmente a Dios sin castas religiosas o morales, todo le favorece para el bien. Y todo significa Todo. La sombra de la cruz, los sinsabores, las enfermedades, la fatiga, el rechazo de los demás, los desprecios, y mucho más, para el que ama, contribuye a su bien, todo le lleva a la puerta del cielo.    

ORATIO: Señor Jesús, Rey universal, ¿no sería mejor poner unos portones gigantes en tu Castillo para que entren todos? ¿por qué la puerta estrecha? Nos creaste grandes pero nos quieres pequeños. Nos pusiste en un mundo portentoso pero nos haces pasar por lo estrecho. Dame la sencillez, la humildad y espontaneidad de los niños para vivir contigo para siempre.  

 

CONTEMPLATIO:  puerta estrecha Image and video hosting by TinyPic

 

ACTIO: sugerencias de sencillez y humildad. Invertir tiempo para estar con los niños. Ellos son maestros de sencillez y humildad. Preferir, en las comidas, servir a los demás a ser servido. Buscar más escuchar que decir muchas palabras. No decir: “lo que tú deberías hacer”, porque en la vida no se es maestro, sino alumno. En las reuniones ocupar los últimos lugares. Cumplir las leyes civiles sin cuestionarlas demasiado. Pagar los impuestos. Al llegar por la tarde a casa, dejar fuera todos los asuntos y problemas y convivir con la familia y sonreir mucho como los niños.

La puerta estrecha

Lucas 13, 22-30. Tiempo Ordinario. Nuestra salvación es don que hay que pedir con consatancia y fe a Dios. 
Autor: P . Clemente González | Fuente: Catholic.net

Del santo Evangelio según san Lucas 13, 22-30 

En aquel tiempo Jesús atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén. Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» Él les dijo: «Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. «Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: "¡Señor, ábrenos!" Y os responderá: "No sé de dónde sois." Entonces empezaréis a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas"; y os volverá a decir: "No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!" «Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios. Y hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos. 

Oración introductoria

Padre, ayúdame a aceptar tu Palabra y a comprender que no es posible alcanzar la santidad si mi vida está dominada por la ley del menor esfuerzo. Guía esta oración, ayúdame a guardar el silencio necesario para saber escucharte.

Petición

Señor, ayúdame a cambiar el mal en bien, el odio en amor, la venganza en perdón.

Meditación del Papa Francisco

Nuestros ojos son los del alma y necesitan prepararse para ver el rostro maravilloso de Jesús. Hay que preparar el oído para poder sentir las cosas bellas, las palabras bellas. Y principalmente preparar el corazón para amar más porque en el camino de la vida el señor hace esto valiéndose de las pruebas, las consolaciones, tribulaciones, y con todas las cosas buenas. Todo el camino de la vida es un camino de preparación.
Existe el peligro de no reconocer una perspectiva de eternidad, de perder esta dimensión fundamental de nuestra vida y del camino de fe. Y que alguien podrá decir: "Pero padre, yo fui a lo de un filósofo y me dijo que todos estos pensamientos son una alienación, que nosotros estamos alienados, que la vida es esta, lo concreto, y el más allá no se sabe que cosa sea...". Algunos piensan así, pero Jesús nos dice: "Tengan fe en mí, lo que yo te digo es la verdad, yo no estafo, yo no te engaño"(S.S. Francisco, 26 de abril de 2013).

Reflexión

El hombre siempre ha andado a la búsqueda de la seguridad, de evitar riesgos y de tener todo bajo control. Prácticamente hoy día no existe ninguna institución de humana que no tenga algún contrato con una compañía de seguros de vida. Buscamos una seguridad para nuestra vida que a veces se convierte en una obsesión. Dicho esto, más de alguno podría preguntarse pero, ¿qué asegura la vida eterna?

Ya desde los tiempos de Jesús los hombres buscaban esta seguridad y Cristo no la niega, pero es claro: "esforzaos" porque nos es fácil alcanzarla. 

El secreto para encontrar la paz en Jesús la encontramos en una respuesta que Él da a una pregunta similar cuando dice: "Para los hombres (la salvación) es imposible pero para Dios todo es posible". Por tanto, el secreto lo encontramos en la fe. Nuestra salvación es don que hay que pedir con consatancia y fe a Dios. No cabe duda que también depende de nuestras obras pero es ante todo un don de Dios. No nos cansemos por tanto de luchar, de estar atentos, de orar porque cuando menos lo pensemos nos llegará la hora de dar cuentas. 

Propósito

Confiemos en la gracia de Cristo y ayudemos al triste a confiar en Él.

Diálogo con Cristo

Jesús, el camino está claro, pero siento que me falta fuerza para realmente querer recorrer esa senda que lleva a tu Reino, cruzar esa puerta estrecha que implica negarme a mí mismo. Dame la luz para comprender que sólo hay ese camino por lo que debo convertirme en un instrumento dócil y confiado en tu voluntad. 

Conocer es amar


¡Conocer es amar! 
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El párroco de mi colonia no para. Da misas diario, varias veces al día; abrió algunos cursos en los salones de clase que acaba de inaugurar, construidos a base de mover corazones de los feligreses; escribe un boletín mensual, lleva la Comunión a los enfermos, y otras muchas actividades más. Es un verdadero ángel en nuestra comunidad. ¿Y quién se ocupa de él?

Querido amigo de Catholic.net... 

Los sacerdotes dan su tiempo, entusiasmo, entrega, confianza, con fe y esperanza. Como representantes de Cristo en la Tierra, saben que no pueden dejar de hacer todo esto por el bien y la salvación de las almas que tienen encomendadas. 

Pero... como seres humanos requieren ser acogidos con caridad, para que su día a día no esté lleno de soledad humana. Santa Teresa rezaba "... quien a Dios tiene, nada le falta, sólo Dios basta". Espiritualmente Dios les tiene en un lugar muy especial en su corazón, pero a nivel humano y como seres naturalmente sociales necesitan del amor de sus semejantes, de amistades, de esparcimiento, de buena alimentación, de saberse escuchados y comprendidos. 

Los sacerdotes son "servidores del amor". "No me habéis elegido ustedes a mí, sino que yo los he elegido a ustedes y los he destinado a que vayan y den fruto, y un fruto que permanezca, de modo que todo lo que pidan al Padre en mi nombre, se los conceda" (Jn 15,16). Nuestro párroco da frutos, buscando que Cristo reine en el mundo haciendo algo por Él en cada una de sus acciones. 

En Catholic.net encontrarás lo necesario para que acrecientes tu conocimiento, comprensión, admiración por estos hombres de Dios. En la Comunidad de Sacerdotes y de Vocaciones, o consultándolos en los diferentes consultorios virtuales en los que dan permanentemente consejo y orientación a miles de almas, o en la Sección de Adopta un Sacerdote, o en sus múltiples artículos que hablan a detalle de sus responsabilidades, etc. 

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Pilar Bacha de Camargo 
Recaudación de Donativos 
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"Vivir siempre con fe y simplicidad, como la...

"Vivir siempre con fe y simplicidad, como la Sagrada Familia de Nazaret", invitación del Papa
(RV).- (Con audio) La mañana del domingo en la esperada Jornada de la Familia, el Papa Francisco presidió la Santa Misa ante miles de fieles y peregrinos de todo el mundo llegados a Roma en el marco de la Peregrinación de las Familias a la tumba de San Pedro, con el lema de “¡Familia, vive la alegría de la fe!” La oración, la fe y la alegría en familia fueron los tres peldaños de la homilía del Pontífice. Tomando el texto del Evangelio, Francisco puso en evidencia dos modos de orar: uno falso –el del fariseo– y el otro auténtico –el del publicano. "El fariseo encarna la actitud del que no manifiesta la acción de gracias a Dios: se siente justo, se siente en orden, y juzga a los demás desde lo alto de su pedestal", meditó el Papa, recordándonos que la familia que ora, la familia que conserva la fe, es una familia que vive la alegría. Por esto el Obispo de Roma invitó a las familias del mundo a vivir siempre con fe y simplicidad, como la Sagrada Familia de Nazaret. (RC-RV)Homilía del Papa ( audio de la crónica radial):  

Texto completo de la Homilía del Papa durante la Santa Misa con ocasión de la Jornada de la Familia

Las lecturas de este domingo nos invitan a meditar sobre algunas características fundamentales de la familia cristiana.

1. La primera: La familia que ora. El texto del Evangelio pone en evidencia dos modos de orar, uno falso – el del fariseo – y el otro auténtico – el del publicano. El fariseo encarna una actitud que no manifiesta la acción de gracias a Dios por sus beneficios y su misericordia, sino más bien la satisfacción de sí. El fariseo se siente justo, se siente en orden, se pavonea de esto y juzga a los demás desde lo alto de su pedestal. El publicano, por el contrario, no utiliza muchas palabras. Su oración es humilde, sobria, imbuida por la conciencia de su propia indignidad, de su propia miseria: este hombre verdaderamente se reconoce necesitado del perdón de Dios, de la misericordia de Dios. 
La del publicano es la oración del pobre, es la oración que agrada a Dios que, como dice la primera Lectura, «sube hasta las nubes» (Si 35,16), mientras que la del fariseo está marcada por el peso de la vanidad.
A la luz de esta Palabra, quisiera preguntarles a ustedes, queridas familias: ¿Rezan alguna vez en familia? Algunos sí, lo sé. Pero muchos me dicen: ¿Cómo se hace? Pero si se hace como el publicano, es claro: humildemente, delante de Dios. Cada uno con humildad se deja mirar por el Señor y pide su bondad, que venga a nosotros. Pero, en familia, ¿cómo se hace? Porque parece que la oración sea algo personal, y además nunca se encuentra el momento oportuno, tranquilo, en familia… Sí, es verdad, pero es también cuestión de humildad, de reconocer que tenemos necesidad de Dios, ¡como el publicano! Y todas las familias, tienen necesidad de Dios: todas, ¡todas! Necesidad de su ayuda, de su fuerza, de su bendición, de su misericordia, de su perdón. Y se requiere sencillez. ¡Para rezar en familia se requiere sencillez! Rezar juntos el “Padre nuestro”, alrededor de la mesa, no es una cosa extraordinaria: es fácil. Y rezar juntos el Rosario, en familia, es muy bello, da mucha fuerza. Y también rezar el uno por el otro: el marido por la mujer, la mujer por el marido, ambos por los hijos, los hijos por los padres, por los abuelos… Rezar el uno por el otro. Esto es orar en familia, y esto hace fuerte a la familia: la oración.

2. La segunda Lectura nos sugiere otro aspecto: la familia conserva la fe. El apóstol Pablo, al final de su vida, hace un balance fundamental, y dice «He conservado la fe» (2 Tm 4,7) ¿Cómo la conservó? No en una caja fuerte. No la escondió bajo tierra, como aquel siervo un poco perezoso. San Pablo compara su vida con una batalla y con una carrera. Ha conservado la fe porque no se ha limitado a defenderla, sino que la ha anunciado, irradiado, la ha llevado lejos. Se ha opuesto decididamente a quienes querían conservar, «embalsamar» el mensaje de Cristo dentro de los confines de Palestina. Por esto ha hecho opciones valientes, ha ido a territorios hostiles, he aceptado el reto de los alejados, de culturas diversas, ha hablado francamente, sin miedo. San Pablo ha conservado la fe porque, así como la había recibido, la ha dado, yendo a las periferias, sin atrincherarse en actitudes defensivas.
También aquí, podemos preguntar: ¿De qué manera, en familia, conservamos nosotros la fe? ¿La tenemos para nosotros, en nuestra familia, como un bien privado, como una cuenta bancaria, o sabemos compartirla con el testimonio, con la acogida, con la apertura hacia los demás? Todos sabemos que las familias, especialmente las más jóvenes, van con frecuencia «a la carrera», muy ocupadas; pero ¿han pensado alguna vez que esta «carrera» puede ser también la carrera de la fe? Las familias cristianas son familias misioneras. Ayer hemos escuchado, aquí en la Plaza, el testimonio de familias misioneras. Son misioneras también en la vida de cada día, haciendo las cosas de todos los días, ¡poniendo en todo la sal y la levadura de la fe! Conservar la fe en familia y poner la sal y la levadura de la fe en las cosas de todos los días.

3. Y un último aspecto encontramos de la Palabra de Dios: la familia que vive la alegría. En el Salmo responsorial se encuentra esta expresión: «Los humildes lo escuchen y se alegren» (33,3). Todo este Salmo es un himno al Señor, fuente de alegría y de paz. Y ¿cuál es el motivo de esta alegría? Es éste: El Señor está cerca, escucha el grito de los humildes y los libra del mal. Lo escribía también San Pablo: «Alegraos siempre… El Señor está cerca» (Flp 4,4-5). Eh … Me gustaría hacer una pregunta, hoy. Alguno lleva la alegría en su corazón a casa, ¿eh? Como una tarea que resolver. Y se responde a sí mismo. ¿Cómo es la alegría en tu casa? ¿Cómo es la alegría en tu familia? Eh, den ustedes la respuesta. 
Queridas familias, ustedes lo saben bien: la verdadera alegría que se disfruta en familia no es algo superficial, no viene de las cosas, de las circunstancias favorables… la verdadera alegría viene de la armonía profunda entre las personas, que todos experimentan en su corazón y que nos hace sentir la belleza de estar juntos, de sostenerse mutuamente el camino de la vida. A la base de este sentimiento de alegría profunda está la presencia de Dios, la presencia de Dios en la familia, está su amor acogedor, misericordioso, respetuoso hacia todos. Y sobre todo, un amor paciente: la paciencia es una virtud de Dios y nos ensena, en familia, a tener este amor paciente, el uno con el otro. Tener paciencia entre nosotros. Amor paciente. Sólo Dios sabe crear la armonía de las diferencias. Si falta el amor de Dios, también la familia pierde la armonía, prevalecen los individualismos, y se apaga la alegría. Por el contrario, la familia que vive la alegría de la fe la comunica espontáneamente, es sal de la tierra y luz del mundo, es levadura para toda la sociedad.
Queridas familias, vivan siempre con fe y simplicidad, como la Sagrada Familia de Nazaret. ¡La alegría y la paz del Señor esté siempre con ustedes!
(RC-RV)

martes, 29 de octubre de 2013

Vidas perdidas

¿No sirve una vida que va dejando en otros algunos pedacitos de alma? 
Autor: José Luis Martín Descalzo | Fuente: Razones para la alegría



La hija de unos amigos míos ha dicho a sus padres el otro día que «no le gustaría que su hermano pequeño fuese cura, porque los curas y las monjas siempre le han parecido vidas perdidas».

Y yo me he quedado un poco desconcertado porque, la verdad, a mis cincuenta y tres años no tenía la impresión de estar perdiendo mi vida. De todos modos, la frase me intriga y me tiene desazonado durante todo el día. ¿Cómo se gana? ¿Cómo se pierde una vida? ¿Acaso sólo se tiene fruto dejando hijos de la carne en este mundo? ¿No sirve una vida que va dejando en otros algunos pedacitos de alma?

Pero no quisiera esquivar el problema y buscarle fáciles escapatorias, Reconozco que esa pregunta -¿de qué está sirviendo mi vida?- deberíamos planteárnosla, por obligación, todos los seres humanos al menos una vez cada seis meses. Porque esto de vivir es demasiado hermoso como para que pueda escapársenos como arena entre los dedos.

Dicen, por ejemplo, que una vida se llena teniendo un hijo, plantando un árbol y escribiendo un libro. Bueno, yo conozco personas que no hicieron ninguna de esas tres cosas y que han vivido una vida irradiante. Y también conozco quienes tuvieron hijos, plantaron árboles y escribieron libros y difícilmente podrían mostrarse realiza- dos en ninguna de las tres cosas. Porque hay libros que tienen muchas más palabras que ideas; hijos que de sus padres parecen haber recibido solamente la carne; y árboles que escasamente si producen sombra.

Tampoco me parece que el fruto de una vida dependa mucho del número de años que se vivan. Y espero que aquí me perdonen mis lectores si hablo de nuevo de mí. Porque últimamente éste es un problema que está obsesionándome. Desde que los médicos me mandaron que «parase un poco el carro» no dejo de preguntarme si hago bien cada vez que me niego a un nuevo trabajo o una invitación más. ¿Es preferible vivir algunos años más viviendo a media máquina? ¿O el ideal es desgastarse sin preguntarse cuántos años durará el cacharro?

Yo siempre he sido un pésimo ahorrador. De dinero y de vida. Tal vez porque veo que en el inundo hay un terrible afán por regatear esfuerzos, de afanes por dejar para mañana lo que a uno no le obligan a hacer hoy. Hay gente -me parece- que se va a morir sin llegar a estrenarse. Se cuidan. Se ahorran. Se «conservan». Van a llegar a la otra vida como un abrigo siempre guardado en el ropero.

Hace años leí una oración de Luis Espinal (el jesuita a quien asesinaron en Bolivia en 1980) que me impresionó: «Pasan los años y, al mirar atrás, vemos que nuestra vida ha sido estéril. No nos la hemos pasado haciendo el bien. No hemos mejorado el mundo que nos legaron. No vamos a dejar huella. Hemos sido prudentes y nos hemos cuidado.

Pero ¿para qué? Nuestro único ideal no puede ser el llegar a viejos. Estamos ahorrando la vida, por egoísmo, por cobardía. Sería terrible malgastar ese tesoro de amor que Dios nos ha dado».

Sería terrible, sí, llegar al final con el alma impoluta, con el tesoro enterito, pero sin emplear. Creo que fue Peguy quien se reía de los que nunca se mancharon las manos... porque no tienen manos. 0 porque jamás las usaron para nada.

Es curioso: en este momento me doy cuenta de por qué me ha dolido tanto la frase de la hija de mis amigos. Siento cómo surge en mí un recuerdo que creía dormido. Era yo seminarista y vi -¿hace ya cuántos años?- aquella vieja película titulada Balarrasa (que he revisado hace poco y me pareció malísima), que, vista con mis veinte años, resultó decisiva para mi vida en aquella escena en la que un personaje, muriéndose, se aterraba ante la idea de hacerlo «con las manos vacías». Esa imagen me persiguió durante años. Y pensé que ningún infierno peor que el de la esterilidad. Fuera lo que fuera de mi vida, yo tendría que dejar aquí algo cuando me fuera, aun cuan- do se tratara solamente de una gota de esperanza o alegría en el corazón de un desconocido.

Pienso ahora en aquel verso de Rilke que, como supremo piropo a la Virgen, dice que el día de la Asunción quedó en el mundo «una dulzura menos». O pienso en Juan XXIII, de quien, el día de su muerte, dijo el cardenal Suenens que «dejaba el mundo más habitable que cuando llegó». Pienso que es muy poco importante el saber si dentro de un siglo se acordará alguien de nosotros -seguramente no-; porque lo único que importa es que alguna semilla de nuestras vidas esté germinando dentro de alguien (incluso si ni él ni nosotros lo sabemos). Porque entonces nuestras vidas habrán sido ganadas.

Parlamento Europeo

 


La mayoría de los diputados del Parlamento Europeo han votado en contra de la Propuesta de Resolución del Parlamento europeo sobre salud sexual y reproductiva y derechos afinesbasada en el informe Estrala. En él, se instaba a los Estados miembros a eliminar los obstáculos que impidiesen el acceso de los niños a métodos anticonceptivos seguros, incluidos los preservativos.Existía el riesgo de que el informe Estrala, patrocinado por la Organización Mundial de la Salud, se extendiese a América Latina y a otros continentes.
La firma de casi 3.000 latinoamericanos se han sumado a un movimiento mundial de protesta dirigidopor CitizenGO, que ha reunido 25.000 firmas más provenientes de polacos, italianos, portugueses, brasileños, irlandeses, británicos... A través deHazteOír, se han superado las 37.000 firmas en España.
Otros éxitos que hemos conseguido desde septiembre gracias a las firmas son los siguientes:
  • La esposa delpresidente de Guatemala acudió a Nueva York a recibir un premio dado a su marido por su oposición al llamado matrimonio homosexual
  • En Panamá se ha paralizado el proyecto de ley que quería imponer el lobby gay para meter presos a los ciudadanos que les criticasen
Y sólo firmando y reenviado correos.
¡No lo dudes! Un pequeño grupo de personas decididas puede cambiar el mundo. Únete a CitizenGOpara defender tus causas y las de quienes piensan como tú.
Un abrazo
Pedro Fernández y todo el equipo de CitizenGO
 
Más información
CitizenGO, cambia el latido del mundo (video de 1 minuto).
Presentación de CitizenGO(video de 23 minutos).
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CitizenGO es una plataforma de participación ciudadanaque trabaja para defender la vida, la familia y las libertades fundamentales en todo el mundo. Para conocer más sobre CitizenGO, haz click aquí, o síguenos en Facebook oTwitter.

El grano de mostaza y la levadura

Lucas 13, 18-21. Tiempo Ordinario. Sembremos semillas de perdón, alegría, unión y fortaleza entre nuestros familiares y amigos. 
Autor: Misael Cisneros | Fuente: Catholic.net

Del santo Evangelio según san Lucas 13, 18-21


En aquel tiempo dijo Jesús: «¿A qué es semejante el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Es semejante a un grano de mostaza, que tomó un hombre y lo puso en su jardín, y creció hasta hacerse árbol, y las aves del cielo anidaron en sus ramas». Dijo también: «¿A qué compararé el Reino de Dios? Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo». 

Oración introductoria

Señor, quiero iniciar esta oración haciendo un acto profundo de humildad. Tú eres grande, yo soy muy pequeño, pero Tú puedes hacer que mi amor crezca de modo que pueda llegar a ser parte de tu Reino. 

Petición

Jesús, ayúdame a nunca apoyarme en mi propio sentir para que todo sea para la gloria de tu Reino.

Meditación del Papa Francisco

La hermosa visión de san Juan: un cielo nuevo y una tierra nueva y después la Ciudad Santa que desciende de Dios. Todo es nuevo, transformado en bien, en belleza, en verdad; no hay ya lamento, luto... Ésta es la acción del Espíritu Santo: nos trae la novedad de Dios; viene a nosotros y hace nuevas todas las cosas, nos cambia. ¡El Espíritu nos cambia! Y la visión de san Juan nos recuerda que estamos todos en camino hacia la Jerusalén del cielo, la novedad definitiva para nosotros, y para toda la realidad, el día feliz en el que podremos ver el rostro del Señor, ese rostro maravilloso, tan bello del Señor Jesús. Podremos estar con Él para siempre, en su amor.
Veis, la novedad de Dios no se asemeja a las novedades mundanas, que son todas provisionales, pasan y siempre se busca algo más. La novedad que Dios ofrece a nuestra vida es definitiva, y no sólo en el futuro, cuando estaremos con Él, sino también ahora: Dios está haciendo todo nuevo, el Espíritu Santo nos transforma verdaderamente y quiere transformar, contando con nosotros, el mundo en que vivimos. (S.S. Francisco, 28 de abril de 2013). 

Reflexión

Hay que apostar por ideales nobles en esta vida. Decidirnos a cambiar la venganza por el perdón, el egoísmo por la generosidad, el odio por el amor, la debilidad ante las dificultades por la fortaleza ante ellas. Los muchos avatares en esta vida nos impiden ver el bien que Dios tiene preparado en nuestro futuro. Cristo nos lo enseña comparando el Reino de los cielos con un grano de mostaza.

Una semilla tan insignificante por su pequeñez que seguramente un no entendido de semillas la hubiese tirado a la basura. Sin embargo, en su pequeñez se encierra su grandeza. Podríamos pensar que una minucia de ese tamaño no sirve para nada. Pero si conociésemos lo que viene después, pagaríamos lo que fuese por conseguirla. De la misma forma son los ideales por los que hay que apostar y pagar lo que sea. Al inicio no vemos el provecho personal que hay en perdonar a quien nos ofendió o prestar ayuda a quien lo necesita porque no vemos más que "una insignificante semilla de mostaza", y lo es. Pero pensemos también que el fruto que viene después será inmensamente superior al que nosotros esperábamos. 

Propósito

Sembremos estas semillas del perdón, de la alegría, de la unión, de la fortaleza entre nuestros familiares y amigos pero sobre todo en nuestro propio corazón. Son semillas que en su pequeñez se encierra su grandeza y provecho para nuestra vida.

Diálogo con Cristo 

No deja de ser asombroso cómo una porción de harina duplica o triplica su tamaño por el hecho de poner una mínima porción de levadura... Señor, gracias por ser la levadura que hace mi vida bella, abundante y emocionante, porque me das la posibilidad de colaborar en la extensión de tu Reino. Pido la intercesión de María, para ser como la levadura: discreto, sencillo, pero capaz de llenarlo todo de tu presencia y de tu amor.

Homilía de Santa Marta

✉  Somostuiglesia


En la homilía de Santa Marta Francisco habla de la importancia de rezar los unos por los otros.

El valor de la oración por nosotros y por los hermanos ha sido la idea sobre la que se ha centrado el santo padre en la homilía de esta mañana en Santa Marta.


El papa Francisco ha comenzado reflexionando sobre el pasaje del evangelio de Lucas donde se narra la elección de los doce apóstoles por parte de Jesús. Es un día "un poco especial por la elección de los apóstoles", ha dicho el santo padre. Una elección - ha añadido - que sucede solo después de que Jesús ha rezado al Padre "Él solo". Así ha explicado Francisco que cuando Jesús reza al Padre está solo con Él. Después se encuentra junto a sus discípulos y elige a los doce a los que llama apóstoles. De este modo, el santo padre ha señalado tres momentos que caracterizan la jornada: Jesús que pasa "una noche entera rezando al Padre" en el monte; Jesús entre sus apóstoles; Jesús e ntre la gente.

Apoyándose en este fragmento del evangelio, el pontífice ha explicado que la oración es el punto central: Jesús reza al Padre porque con Él tenía intimidad; le reza por la gente que iba a encontrarlo y le reza también por los apóstoles.

Para ayudar a comprender mejor el sentido de la oración de Jesús, Francisco ha recordado "aquel bonito discurso después de la cena del Jueves Santo, cuando reza al Padre diciendo: Yo rezo por estos, los míos; pero también rezo por todos, también por los que vendrán y creerán".

La oración de Jesús es universal, aunque es también una oración personal, ha matizado el papa, y ha manifestado su deseo de que todos miremos a Jesús que reza.

Por eso el papa se ha preguntado que si Jesús rezaba en aquel tiempo, sigue rezando ahora. A lo que ha contestado que sí, "lo dice la Biblia". Ha explicado que "es el intercesor, el que reza", y reza al Padre "con nosotros y delante de noso tros. Jesús nos ha salvado. Ha hecho esta gran oración, el sacrificio de su vida para salvarnos. Estamos justificados gracias a Él. Ahora se ha ido. Y reza".

Sobre Jesús, el santo padre ha recordado que "es una persona, es un hombre con carne como la nuestra, pero en gloria. Jesús tiene las llagas en las manos, en los pies, en el costado. Y cuando reza hace ver al Padre el precio de la justificación y reza por nosotros. Es como si dijera: Padre, que no se pierda esto". El papa Francisco ha continuado indicando que "por esto, cuando rezamos decimos: por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo. Porque Él es el primer en rezar, es nuestro hermano. Es hombre como nosotros. Jesús es el intercesor".

Al respecto, el santo padre ha hablado de las veces que pedimos oración entre nosotros: "reza por mí, ¿eh?" Algo bueno, porque debemos rezar unos por otros, ha recordado Francisco. Así, ha invitado a que pidamos a Jesús "reza por mí, tú que eres el primero de nos otros, tú reza por mi. Seguro que reza; pero dile: "Reza por mí Señor, tú eres el intercesor". Esto demuestra una gran confianza, ha señalado Francisco.

Para finalizar la homilía, el obispo de Roma ha subrayado: "pensamos mucho en esto y damos las gracias al Señor, damos gracias al hermano que reza con nosotros y reza por nosotros, intercede por nosotros. Y hablemos con Jesús. Digámosle: Señor, tú eres el intercesor, tú me has salvado, me has justificado, pero ahora reza por mí". Y ha exhortado a que le confiemos a Jesús nuestros problemas y nuestra vida, para que Él lo lleve al Padre.

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LECTIO DIVINA

Promesa

 

INVOCATIO: El Señor ha estado grande con nosotros, nos parecía soñar.

 

LECTIO: Rom 8,18-25.Los sufrimientos de ahora no son nada en comparación con la gloria que nos espera. Aguardamos con esperanza la hora de ser hijos de Dios en plenitud.Sal 18,2-5. El Señor ha estado grande con nosotros; ha cambiado nuestra suerte. Lc 6,12-19. El Reino como una semilla de mostaza, como una porción de levadura en la masa.

 

MEDITATIO: En el año de la fe: esperanza, semilla de mostaza que ha de cobijar parvadas enteras bajo su sombra. En el año de la fe, ilusiones, fermento para el pan y la torta de chocolate. San Pablo compara el presente con el futuro, lo de acá abajo con lo de allá arriba, la realidad de hoy con la gloria eterna. En tal perspectiva cualquier sufrimiento de este rincón del universo se esfuma ante la gloria que ya está a la puerta. La resurrección es la esperanza de los que mueren al pecado. ¿Pero qué decirle a la madre joven, golpeada por el esposo vándalo? Y al empleado afanoso sin salario suficiente o en el paro. Y al hombre de negocios abandonado por un modelo más guapo. Y al joven esforzado pero incapaz de dominar sus adicciones. Y a uno que sostiene su quijada tras las rejas del castigo. ¿Qué decir? ¡Esperanza! Es la mejor de las medicinas. Un deus ex machina. Un doctor gratuito. Basta una pizca de esperanza, un granito de mostaza, un mínimo de levadura. Mirar al horizonte y saber que en el más allá no hay ni sombra de sufrimiento, ni atisbo de dolor, ni esfuerzo alguno, ni ruido, ni alquitrán, ni asomo de enfermedades. Lo de acá se acaba. No hay virus que dure cien años. Lo de allá permanece y el hombre no tiene ni idea de cuánto le espera. El cuerpo aguarda la redención de los hijos de Dios. El cuerpo en el estado actual es un desgarriate. No, no fue así como fue proyectado por el gran Arquitecto del Universo. San Pablo sostiene que fue un rapaz quien sometió el cuerpo a la frustración y a la desobediencia y por uno la pagaron todos. Eso hace que el cuerpo mortal aguarde como con gemidos de parto, la hora de ser un cuerpo adecuado a un hijo de Dios. Mientras tanto se conserva el germen de la inmortalidad y de la gloria como una semilla de mostaza o como una medida de levadura. La semilla germinará en un árbol lleno de verdor, de sombra, de frescura, capaz de albergar las aves del cielo. La levadura fermentará toda la masa para dar de comer a miles de millones de seres humanos en el cielo prometido. La esperanza es la virtud teologal de los puentes. El puente firme y seguro entre este valle de lágrimas y la celebración gozosa y sin ocaso de la compañía de Dios. El puente entre los sinsabores de la amistad, el esfuerzo del trabajo, el cansancio de la obligación de acá abajo y el abrazo festivo del Padre, el descanso merecido, la alegría sin final de allá arriba. Es tiempo de levantar cabeza, de ver más allá de las semillas de mostaza y de la masa aún no fermentada. La promesa de Dios tiene un plus original y único que no tiene ninguna otra promesa humana. La prenda que deja detrás en manos de hombres. La prenda de la Eucaristía. La prenda que asegura ineludiblemente la promesa.

 

 

ORATIO: Señor mío y esperanza mía, yo espero en ti porque Tú eres fiel a tu promesa. A veces dudo y me deprimo y me desaliento porque me ciego a tu palabra. Ayúdame, Jesús, a agarrarme de la Eucaristía, prenda de salvación y garantía de inmortalidad. Espero en ti Señor porque es interminable tu misericordia.

 

CONTEMPLATIO: promesa Image and video hosting by TinyPic

 

ACTIO: Ejercicio de esperanza. Ejercitarse en esta virtud consiste en repetir muchas veces a lo largo del día, actos de esperanza. Un acto de esperanza es poner contenido al “Yo espero en ti Señor”. ¿Por qué? Porque Él es fiel, es misericordioso, porque en el horizonte está el cielo prometido. ¿Cuándo? Cuando dudas, está baja el autoestima, te sientes mal, estás enfermo, tienes pocos recursos y muchos problemas. ¿Qué? El cielo, la vida eterna, la felicidad plena, el amor sin ocaso, el descanso ininterrumpido y para siempre.

lunes, 28 de octubre de 2013

El valor del obispo

Siempre sucede, desde la predicación de Jesús a nuestros días, que el anuncio del Evangelio atrae a muchas personas al hogar de la Iglesia, mientras inquieta e interroga a otras 
Autor: José Luis Restán | Fuente: www.paginasdigital.es

El agnosticismo imperante dista mucho de ser un jardín de tolerancias. Lo ha dicho Benedicto XVI en su espléndida homilía sobre los Magos de Oriente, a los que ha vuelto a colocar como espejo en el que mirar el perfil del obispo, consciente quizás de que su gran tarea de revitalizar la Iglesia pasa a través de una renovación del episcopado. Como dice el Papa el agnosticismo actual tiene sus dogmas y es extremadamente intolerante frente a todo aquello que cuestiona sus criterios. Por eso, el valor de contradecir las opiniones dominantes es una condición especialmente acuciante hoy para el ministerio episcopal. 

Basta ojear las páginas de cualquier periódico al azar para darse cuenta. El propio Benedicto XVI ha sufrido insultos brutales estos días por su denuncia de las falacias de la ideología de género, y no sólo desde las redes sociales sino desde dignas instituciones democráticas como el Ministerio de Exteriores holandés. Y aquí en España, todo un portavoz de un gobierno autonómico, el de Andalucía, acaba de pedir un bozal para el obispo de Córdoba. Quizás este personaje haya estudiado democracia en la Lubianka, pero en realidad el asunto no es nuevo. El Papa recrea con gran viveza lo que debió significar para los Magos afrontar las burlas y la irrisión de los "realistas" de su tiempo cuando decidieron ponerse en marcha siguiendo el signo de la estrella. También la humildad de la fe se encontrará siempre en conflicto con la inteligencia dominante de los que se atienen a lo que en apariencia es seguro. 

Así pues el obispo habrá de ser valeroso, pero ¿en qué consiste ese valor? El Papa aclara que "no consiste en golpear con violencia, en la agresividad, sino al revés, en dejarse golpear y enfrentarse a los criterios de las opiniones dominantes... en permanecer firmes con la verdad". Evidentemente no se trata aquí de un gusto morboso de bronca, ni de acariciar el papel de víctima. El Papa explica que "como los Apóstoles, queremos convencer a las personas y, en este sentido, alcanzar la aprobación. Lógicamente no provocamos, sino todo lo contrario, invitamos a todos a entrar en el gozo de la verdad que muestra el camino". Me parece que Benedicto XVI es la viva imagen de este esfuerzo que busca persuadir la razón y el corazón del hombre contemporáneo. No se trata de lanzar la verdad como si fuera una piedra que se estrelle en la crisma del otro, sino de convencer e invitar. El testimonio cristiano no pretende exacerbar la contradicción sino obtener el reconocimiento de lo verdadero. Porque ¿qué otra cosa podemos desear sino que los hombres escuchen este anuncio y lo sigan? 

Pero en cualquier caso la opinión dominante nunca será el criterio al que se deba someter el cristiano, cuánto menos el obispo, que debe caminar delante, abriendo paso y señalando la ruta hacia la fe, la esperanza y el amor. El criterio sólo puede ser el Señor, que como tantas veces ha enseñado Benedicto XVI, desborda las costuras de nuestra razón pero jamás se contrapone a ella. Y siempre sucede, desde la predicación de Jesús a nuestros días, que el anuncio del Evangelio atrae a muchas personas al hogar de la Iglesia, mientras inquieta e interroga a otras... Pero también sucedía y sucederá que el testigo (y el obispo debe ser el primero en este testimonio) es inevitablemente golpeado por quienes combaten la Verdad. En tal caso (nunca deseado ni buscado) sólo nos queda dar gracias por haber podido participar en la Pasión de Cristo.

El obispo (el primer testigo) no ofrece un discurso separado de su propia vida sino que debe mostrar con su propia existencia la verdad de aquello que anuncia, y eso implica exponerse, estar dispuesto a pagar el precio. Llegados a este punto podríamos preguntar: y todo esto ¿por qué? Es preciso retornar a la primera parte de la homilía del Papa, cuando explica que como los Magos de Oriente, un obispo tampoco ha de ser uno que se contenta con realizar su trabajo con pulcritud y eficiencia, y basta. Debe ser un hombre poseído de la misma inquietud de Dios por los hombres, ¡nada menos! Debe de ser un hombre al que le importan los hombres, que se siente tocado por las vicisitudes de los hombres. Y que sabe que de su propia cosecha brota muy poco que les pueda realmente ayudar. Sólo en la medida en que pueda reflejar a Dios, en que les abra el camino para llegar a Él, habrá servido verdaderamente a esos por cuya felicidad se consume. Por menos de esto...

Aire de familia

 

INVOCATIO: A toda la tierra alcanza su pregón y hasta los confines del orbe su mensaje.

 

LECTIO: Ef 2,19-22. Ya no son forasteros sino de casa. Sal 18,2-5.Bendeciré al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mis labios. Lc 6,12-19. Pasó la noche orando y escogió a doce de ellos y los llamó apóstoles. Venían a oírlo y a que los curara.

 

MEDITATIO: En los tiempos de Jesús, el pueblo judío tenía un sentido férreo de pertenencia a una raza de elegidos. El resto de los mundos no contaba. Los extranjeros y los forasteros, para ellos, eran el resto de los habitantes del planeta Tierra. Cuando Pablo escribe a los romanos, está en este contexto. La venida de Jesús cambió la ley de extranjería y el mandato de ir a bautizar por todo el mundo, convertía al extranjero en uno de casa y al pagano en un ciudadano del Reino y al desconocido en un miembro de la familia. En efecto el bautizado asume un apellido de casta, un aire de familia. Todo el que profesa la religión del carpintero de Nazaret se apoya y erige sobre el cimiento de los apóstoles y profetas. El bautismo no es sólo un poco de agua sobre la cabeza y una untada de crisma sobre la coronilla, no. Esto de bautizarse lleva cola. Es un asunto serio. Es titulación de profeta, apóstol, hijo, evangelizador, mensajero, seguidor y lo que es más, no hay manera de quitarlo, ni de echarse para atrás. El maestro está en oración hasta el alba. ¡A ver quién es el guapo que se atreva a vaciar la oración del Señor Jesús, cuando lleva de rodillas toda la noche para pronunciar el nombre y título de apóstol! Eligió a los que él quiso y entre los afortunados, resultó cada bautizado. Había dos de nombre Simón y dos de nombre Judas. Simón como quiera, pero Judas… Desde entonces, como no fuera por el Tadeo, a nadie le ha apetecido llamarse como el traidor sacrílego y suicida, mercader desventurado. Judas es su nombre y Judas recibió al igual el nombramiento de apóstol. Todo bautizado, en automático se vuelve apóstol. Es como nacer mellizos en serie. No dos, ni tres, sino toda una horda. ¡Vaya por Dios! Judas, el Tadeo sí se la creyó; el otro, el Iscariote, no, como no se la cree el cristiano de hoy. ¡Ay, a poco! Yo, ¿apóstol? Yo, ¿ir por todo el mundo predicando el Evangelio? Neh. Eso es de curas y monjas. Y lo mío es administración de empresas, diseño de interiores o comunicación institucional. ¿Y qué se supone que habría de hacer un apóstol? Exactamente lo mismo que hizo Jesús cuando, al amanecer, bajó de la montaña santa de la oración y se puso a anunciar el evangelio, curar las enfermedades y expulsar los malos espíritus. Anunciar, lo que es anunciar, aquí la empresa no anuncia evangelios pero sí seguros de autos, artículos de limpieza, cigarrillos y lo que se le ocurra al cliente. En curar enfermedades se han declarado incompetentes; mejor será acudir a un profesional. Y lo de expulsar espíritus inmundos da miedo. Suena a película de terror y la gente prefiere los thrillers; en época de muertos, el Halloween es sólo una fiesta de fantasía y de imaginación. La seriedad de Simón y Judas Tadeo no va con las usanzas de la civilización moderna. Como quiera que sea, para el Halloween se precisa el disfraz. El bautismo de Jesús te hace apóstol hecho y derecho. Y te confiere un aire de familia, un gemelazgo sin necesidad de disfraces.

 

ORATIO: Señor Jesús, qué admirable es el don del bautismo. Me has hecho profeta, rey y apóstol. Te pasaste de la raya. Quiero anunciar que el amor existe por encima de todo odio y resentimiento; que existe la misericordia por encima del pecado más horrendo. Quiero curar heridas, ser bálsamo de corazones rotos y afligidos, aliviar el dolor, mitigar el sufrimiento y la soledad. Aquí estoy, Señor. ¡Envíame! 

 

CONTEMPLATIO:  Aire de familia Image and video hosting by TinyPic

 

ACTIO: Ejercicio de toma de conciencia del don predilecto del bautismo. Hacen falta apóstoles convencidos. Se echa en falta cristianos que sepan hacerla de cristianos. Por el bautismo se aprende el idioma del amor. Gritar el amor, sanar el amor, purificar el amor, premiar el amor. Que rija e impere el amor de Jesús en el mundo. Es la misión del bautizado. Toma tu título, descubre qué día te bautizaron, pasa una noche en oración como Él y empieza a ejercer.  

El Papa Francisco considera que hay tres palabras fundamentales para la ...

El Papa Francisco considera que hay tres palabras fundamentales para la convivencia en familia, "permiso, gracias y excusa", durante su intervención en la Fiesta de la Familia que se celebró hoy en la Plaza de San Pedro.

Unos 150.000 miembros de familias católicas venidas de 75 países se reunieron en la Plaza de San Pedro y aledaños para la peregrinación a la Tumba de San Pedro en el Año de la Fe, bajo el lema "¡Familia, vive la alegría de la fe!, y para encontrarse con el pontífice.

Durante la fiesta hubo reflexiones, música, narración de cuentos a los niños y testimonios, hasta que el papa Francisco hizo su aparición a las 17.30 hora local (15.30 GMT) con un globo naranja en la mano y agarrando a varios niños que portaban globos de diferentes colores.

Ya en el estrado, el pontífice preguntó a los presentes si sabían hacer el signo de la cruz y, al asentir, les dijo: "Pues vamos a hacerlo juntos".

Después de la canció n "We are the world" ("Somos el mundo") interpretada en inglés por un coro de niños, todos los globos fueron soltados y pintaron el cielo de colores.

Sentado en la butaca del estrado, el papa siguió los testimonios y canciones con atención, mientras las escaleras se llenaban de niños a los pies del pontífice.

Después de escuchar a ancianos, familias con y sin dificultades, jóvenes en paro y emigrantes llegados de África, el papa se dirigió a los presentes y habló de la familia y del matrimonio.

No a la cultura de lo provisional
Aludió al divorcio, al considerar que "no hay que hacer caso a esta cultura de lo provisional que rompe la vida en pedazos".

"Los esposos cristianos no son ingenuos, pero no tienen miedo de responder ante Dios y ante la sociedad", destacó.

Explicó que el matrimonio es un "largo viaje que deben hacer juntos, que dura toda la vida y necesita la ayuda de Jesús".

Tres palabras c laves
Para el papa, hay tres palabras fundamentales para la convivencia en familia -permiso, gracias y excusas- y pidió: "Que nunca terminemos la jornada sin hacer las paces".

Dar las gracias todos los días al otro es bello, aseguró, a la vez que resaltó la importancia de pedir excusas "cuando alguno se ofende en familia".

También se refirió a los abuelos, de los que dijo que son "la sabiduría de un pueblo y un pueblo que no escucha a sus ancianos es un pueblo que muere".

Testimonio de todo el mundo
La niña Federica, de unos diez años en el micrófono le dijo al papa “Te quiero mucho” y le mostró un dibujo, le confió que su mamá le ha enseñado a cocinar algunas cosas, y a rezar por los otros. Cientos de globos fueron dejados libres y volaban mientas los diversos coros entonaron sus cantos y los fieles agitaban sus brazos.

Mons. Paglia le llamó: “papa, Francisco, o mejor papá Francisco”. Y recordó que los p apás abuelos y niños allí presentes en la plaza le hicieron “recordar el sueño del profeta Zacarías” y de la alegría de la fe, por la que “hacemos fiesta”, junto "con la presencia de familias de más de 75 países". Recordó también a las familias en dificultad como las de Siria, probadas por la guerra y a quienes la plaza les envió un aplauso de apoyo. En la celebración festiva participaron por algunos minutos acróbatas circenses y artistas de calle que amenizaron la fiesta con algunas demostraciones.

Una mamá recordó la gran aventura que es la familia, y varias pareja de jóvenes indicaron la fecha en que se van a casar y las dificultades que deberán enfrentar, como una de romanos al confiar que a pesar de no tener un trabajo seguro y no saber como van a pagar el alquiler, decidieron casarse en primavera.

También el testimonio de unos abuelos que desde España vinieron a Roma con toda la familia, sobrinos incluidos. En medio de todo esto el santo padre le bendijo el niño a una madre en cinta. 

Se escuchó el testimonio de una mujer siria, que contó el drama y el miedo que les empujó a escapar a Jordania y que viven el drama del exilio y de la guerra. Y su esposo agradeció al santo padre la vigilia de oración por la paz en Siria´.

Familias en misión
Las familias en misión estuvieron presentes, fue leída la carta de una familia italiana, de Florencia, en misión en tierra musulmana; y de otra familia con una niña, del Camino Neocatecumenal, que ahora están Albania y que dejaron sus trabajos y vida en Italia para servir allí a la Iglesia.

No faltaron dos abuelos, directores de películas, de convicciones diversas, que quisieron presentar su testimonio al papa Francisco. Fueron Pablo y Victorio Taviani, quienes sufrieron la barbarie del nazi-fascismo en la Segunda Guerra Mundial, sobre la cual hicieron un film, como otro sobre el genocidio del pueblo armenio.

También estuvo el testimonio de una familia, suegros incluidos, que habían llevado a vivir con ellos a la otra abuela, a pesar de que la casa era pequeña y de las dificultades que esto significaba.

Una familia joven de Lampedusa, de pescadores, contaron cuando les llamaron para ayudar a los desesperados que desembarcaban, con particulares tremendos. Junto al de un ingeniero agrario de Nigeria que se escapó de África y en la estiva de una barca vio morir a 25 inmigrantes, entre los cuales un primo suyo, antes de llegar a la isla italiana.

Concurso "Talentos de Familia"
El Consejo Pontificio de las Familias, que organizó el acto, señaló que entre los miles de personas presentes se encontraban numerosos niños y ancianos, "para destacar la sucesión generacional que tiene lugar en la familia".

Durante la tarde se celebró el concurso "Talentos de Familia" en el que se presentaron diecinueve canciones, de las cuales tres fueron seleccionada s y que escucharon durante la fiesta de la familias, la primera de ellas interpretada por un joven italiano, la segunda por un peruano y la tercera por un congolés.

Otro de los actos organizados por el Consejo Pontificio fue el concurso "Presenta tu familia al papa Francisco", para el que han sido enviados más de 4.000 dibujos elaborados por niños de todo el mundo.

A las 19.30 hora local (17.30 GMT), el pontífice saludó a los participantes y ya de noche subió al "papa-móvil" para moverse entre los asistentes, que lo abrazaban y besaban.

La Fiesta de la Familia continuará hoy domingo con una misa celebrada por el papa Francisco en la Plaza de San Pedro y finalizará con la oración del Ángelus, que incluirá una colecta para familias sirias, ante la difícil situación en ese país.

Hacia el final del evento, el papa dirigió sus palabras al público, que lo interrumpió varias veces con sus aplausos. Al concluir el santo padre dio su bendición y dijo: "No podemos irnos sin pedirle a la Virgen que nos proteja a todos", y rezó un Ave María

A continuación el papa Francisco saludó a diversas personas y por más de media hora pasó con el jeep abierto, para saludar a las familias presentes en la plaza y vía de la Conciliazione, desde donde mucha gente siguió la ceremonia gracias a las pantallas gigantes.

Discurso completo del Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Familia

¡Queridas familas, ¡´buona sera´ y bienvenidas a Roma!

Han venido aquí como peregrinos desde muchas partes del mundo, para profesar la fe delante del la tumba de San Pedro. Esta plaza les acoge y abraza: somos un sólo pueblo, con una sola alma, convocados por el Señor, que nos ama y sostiene. Saludo también a todas las familias que están unidas a través de la televisión y de internet: una plaza que se extiende sin confines.

Quisieron llamar a este momento “¡La famili a vive la alegría de la fe!”. ¡Me gusta este título! He escuchado las experiencias de ustedes, los casos que han contado. Vi tantos niños, tantos abuelos... Sentí la tristeza de las familias que viven en situación de pobreza y de guerra. He oído a los jóvenes que se quieren casar, aún entre mil dificultades. Y entonces nos preguntamos: ¿Cómo es posible, hoy, vivir la alegría de la fe en familia? ¿Es posible o no es posible vivir esta alegría? 

En el evangelio de Mateo, hay una palabra de Jesús que nos ayuda: ´Venid a mí todos los que están cansados y oprimidos, que yo les aliviaré´. Muchas veces la vida es pesada y tantas veces trágica, lo hemos apenas escuchado. Trabajar es fatigoso; buscar trabajo es fatiga y encontrar trabajo hoy nos pide tanta fatiga.

Pero, aquello que más pesa en la vida, no es esto, lo que más pesa es la falta de amor. Pesa no recibir una sonrisa, no ser acogidos. Pesan ciertos silencios, a veces aún en familia, entre marido y esposa, entre padres e hijos, entre hermanos. Sin amor, el cansancio se hace más pesado. Pienso en los ancianos solos, a las familias en dificultad porque no tienen ayuda para sostener a quienes en casa precisan de especiales atenciones y cuidados. ´Venid a Mí todos los que están cansados y oprimidos´, dice Jesús.

Queridas familias, el Señor conoce nuestros cansancios, los conoce y los pesos de nuestra vida. Pero conoce también nuestro deseo profundo de hallar la alegría del alivio. ¿Se acuerdan? Jesús dijo: ´Vuestra alegría sea plena´. Jesús quiere que nuestra alegría sea plena.

Lo dijo a los apóstoles, y hoy lo repite a todos nosotros. Así, esta es la primera cosa que quiero compartir con ustedes en esta tarde, y es una palabra de Jesús: ´Venid a mi, familias de todo el mundo --dice Jesús-- y yo les aliviaré para que vuestra alegría sea completa´.

Y esta palabra de Jesús llévenla a casa, en el corazón, comp ártanla en familia, él nos invita a ir hacia él para darnos a todos la alegría.

La segunda palabra, la tomo del rito del matrimonio. En este sacramento, quien se casa dice: ´Prometo serte fiel, amarte y respetarte, en la alegría y en el dolor, en la salud y en la enfermedad, y de honrarte y amarte todos los días de nuestra vida´. En aquel momento, los esposos no saben qué sucederá, no saben cuáles son las alegrías y las tristezas que les esperan. Parten, como Abraham; se ponen juntos en camino. Esto es el matrimonio, partir y caminar juntos, de manos dadas, entregándose en la mano grande del Señor. Mano en la mano por toda la vida y sin hacer caso de esta cultura de lo provisorio que nos corta la vida a pedazos.

Con esta confianza en la fidelidad de Dios, todo se enfrenta, sin miedo, con responsabilidad. Los esposos cristianos no son ingenuos, conocen los problemas y los peligros de la vida. Pero no tienen miedo de asumir la propia responsabilidad , delante de Dios y de la sociedad. Sin huir ni aislarse, sin renunciar a la misión de formar una familia y traer al mundo hijos.

Pero hoy, santo padre, es difícil. ¡Seguro que es difícil! ¡Por eso, es necesaria la gracia del sacramento! ¡Los sacramentos no sirven para decorar la vida; ¡que lindo matrimonio, que linda la ceremonia, que linda la fiesta! Eso no es la gracia del sacramento, eso es una decoración y la gracia no es para decorar la vida pero para hacernos fuertes en la vida, para hacernos corajosos y poder ir adelante! Sin aislarse, siempre juntos.

Los cristianos se casan sacramentalmente, porque son conscientes que necesitan el sacramento. Necesitan a este para vivir unidos entre sí y cumplir la misión de padres. ´En la alegría y en el dolor, en la salud y en la enfermedad´. Así dicen los esposos en el matrimonio y rezan juntos y con la comunidad, ¿por qué? Solamente porque es costumbre hacerlo así? No, lo hacen, porque les sirve pa ra el largo viaje que deben hacer juntos, no a tramos, necesitan de la ayuda de Jesús, para caminar juntos con confianza, para acogerse uno al otro cada día y perdonarse cada día.

Y esto es importante en las familias, saber perdonarse, porque todos nosotros tenemos defectos, todos y a veces hacemos cosas que no son buenas y le hacen mal a los otros. Tener el coraje de pedir perdón en familia cuando nos equivocamos. Hace pocas semanas atrás recordé en esta plaza que para llevar adelante una familia es necesario usar tres palabras, quiero repetirlo, tres palabras: permiso, gracias y perdón. Tres palabras claves.

Pidamos permiso para no ser invasores. En familia: ¿Puedo hacer esto, te gusta que haga esto? El leguaje del permiso. Demos gracias, gracias por el amor, pero dime tú, cuántas veces al día le dices gracias a tu mujer o a tu marido? Cuántos días pasan sin decir esta palabra: gracias.

Y todos nos equivocamos, y a veces alguno se ofen de en la familia, o en el matrimonio. A veces, digo, vuelan los platos, se dicen palabras fuertes, pero escuchen este consejo: no terminen la jornada sin hacer la paz, cada día. Disculpa y se recomienza. Permiso, gracias, perdón. ¿Lo decimos juntos?: Permiso, gracias, disculpa, usemos estas tres palabras en familia, perdonarse cada día.

En la vida, la familia experimenta muchos momentos hermosos: el descanso, la comida juntos, el paseo hasta al parque o por los campos, la visita a los abuelos, o a una persona enferma... Pero, si falta el amor, faltará la alegría, faltará la fiesta. Porque el amor nos lo da siempre Jesús: él es la fuente inagotable y se da a nosotros en la Eucaristía. Allí en el sacramento, Jesús nos da su palabra y el pan de la vida, para que nuestra alegría sea completa.

Y para concluir, está aquí delante de nosotros, este ícono de la presentación de Jesús en el templo. Es un ícono verdaderamente bello e importante. Contempl émoslo y dejémonos ayudar por esta imagen. Como todos ustedes, también los protagonistas de la escena tienen su camino: María y José se pusieron en camino, yendo como peregrinos a Jerusalén, obedeciendo a la ley del Señor; y también el viejo Simeón y la profetisa Ana, también ella muy anciana, van al templo impelidos por el Espíritu Santo. La escena nos muestra este entrecruzarse de tres generaciones: el entrelazarse de tres generaciones,

Simeón toma en los brazos al niño Jesús, en quien reconoce al Mesías, y Ana es representada en el gesto de alabar a Dios y anunciar la salvación a quien esperaba la redención de Israel. Estos dos ancianos representan la fe como memoria.

Y les pregunto: ¿Ustedes escuchan a los abuelos?, ¿le abren el corazón a la memoria que nos dan los abuelos? Los abuelos son la sabiduría de la familia, la sabiduría de un pueblo, y un pueblo que no escucha a los abuelos es un pueblo que muere. Hay que scuchar a los abuelo s.

María y José son la familia santificada por la presencia de Jesús que es el cumplimiento de todas las promesas. Cada familia, como la de Nazaret está insertada en la historia de un pueblo y no puede existir sin las generaciones anteriores. Y por ello tenemos aquí a los abuelos, los abuelos, y los niños. Los niños aprenden de los abuelos y de las generaciones anteriores.

Queridas familias, también ustedes son parte del pueblo de Dios. Caminen felices, juntamente con este pueblo. Permanezcan siempre unidas a Jesús y llévenlo a todos con vuestro testimonio. Gracias por haber venido. Juntos, hagamos nuestras estas palabras de san Pedro, que nos dan fuerza y continuarán a darnos fuerza en los momentos difíciles: ´¿Señor, de quién iremos? ¡Tú tienes palabras de vida eterna!´. ¡Con la gracia de Cristo, vivan la alegría de la fe! ¡El Señor les bendiga y María, nuestra Madre, les proteja y acompañe!

www.somostuiglesia.org

Tiempo y Eternidad

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José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

La eficacia de la oración

 

Con la parábola del juez injusto, Jesús afirma que “Dios hará justicia a sus elegidos que claman a él día y noche y que lo hará sin tardar” (Lc. 18,7). Pero la experiencia general es que el Señor parece que tarda demasiado en atender nuestras peticiones. Si Dios nos concediera inmediatamente lo que le pedimos, los oratorios estarían tan atiborrados como un concierto de rock enfebrecido.
 
El silencio de Dios puede provocar que muchos desistan de la oración y con taimada apostasía, busquen otros caminos más eficaces como el recurso al dinero, el tráfico de influencias, el contubernio, la fechoría o las promesas jamás cumplidas. 
 
De alguna manera podemos decir que Dios nos decepciona y nos sentimos defraudados porque no acude al clamor de nuestras necesidades. También la persona puede quedarse, en cierto sentido, desengañada de Dios, pero en el fondo es porque concibe su relación con él de una manera falsa y equivocada, en clave de intereses personales, de resultados o seguridades terrenas. 
 
Me parece importante separar dos momentos en la relación con Dios: por un lado está el hecho de que Dios escuche y por otro la respuesta. Una cosa es que el niño pida un caramelo a su madre y otra el que se lo conceda.
 
¿Dios siempre nos escucha? Con el salmo 94 afirmamos que Dios escucha siempre nuestras plegarias, no se le escapa ninguna, Él sabe qué es lo que necesitamos e incluso, para nuestra humillación, se adelante pues sabe lo que nos conviene aún antes de que se lo pidamos. 
“¡Comprended, necios del pueblo! Insensatos, ¿cuándo vais a ser cuerdos? 
El que plantó la oreja, ¿no va a oír?; El que formó los ojos, ¿no ha de ver?
El que corrige a las naciones, ¿no ha de castigar?; El que instruye al hombre, ¿no va a saber?
Dios conoce los pensamientos del hombre, que no son más que un soplo”.
 
Si Dios escucha, entonces el problema está en que tarda en responder o no quiere actuar. Imagina un instante qué sucedería en el mundo si nos concediera todo lo que le pedimos. ¿Cuántos individuos desaparecerían en un segundo? ¿Cuántos se irían a la ruina como fruto de la envidia, el rencor o el odio? ¿Quién ganaría el mundial de fútbol o el sorteo de la lotería? ¿Haría frío o calor? Dios concede lo que nos conviene en orden a la salvación porque sus criterios e intereses son distintos a los nuestros. 
 
El secreto está en pedir adecuadamente, no como el mal ladrón que increpaba a Jesús en la cruz para que lo librara del suplicio. A este no le hizo el menor caso, aunque sin duda lo escuchaba; en cambio, el buen ladrón que no pedía bajar de la cruz, sino que imploraba la misericordia de Dios, de inmediato escuchó la voz de Jesús que le dijo: “En verdad, en verdad te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lc. 23,42).Twitter.com/jmotaolaurruchi

LECTIO DIVINA

Oración de niño

 

INVOCATIO: Bendeciré al Señor en todo momento, su alabanza estará siempre en mi boca.

 

LECTIO: Ecli 35,12-18.El Señor es juez y no hace distinción de personas. Sal 33,2-3.17-19.23.Bendeciré al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mis labios.2Tm 4,6-8.16-18c.Pablo ha peleado hasta el fin el buen combate. Concluyó su carrera, conservó la fe. Lc 18,9-14. La parábola del fariseo y del publicano. Dos hombres suben al templo a orar.

 

MEDITATIO: Se acerca el fin de los tiempos, la liturgia lo recuerda por la selección de las lecturas. Se acerca el juicio, el encuentro con el Juez imparcial que atiende a todos por igual, así sea el hombre más rico del mundo o el más pobre entre los pobres. Justísimo como el sol que sale para buenos y malos, listos y tontos. Preciso hasta la coma, en la sentencia de cada uno, así sea el santo San Francisco o el Hitler temido y temerario. En el siglo XXI, los pobres no tienen voz, los que sufren en la calle son abandonados, las lágrimas de los que tienen hambre se ahogan en la garganta, a los empleados en trabajos humildes, no les alcanza el salario. La voz del pobre es música para Dios. El sufrimiento del abandonado y del enfermo es su poesía. Las lágrimas del hambriento suben como un surtidor hasta el corazón de Dios. La queja de los maltratados no la pasará por alto. El Señor de Señores y Rey de reyes está pendiente de todas las injusticias cometidas a lo largo y ancho de la historia. Hay miles de millones de neuronas en el cerebro humano y el  hombre lleva un registro de sus acciones. Unas las olvida, otras las justifica. Dios no necesita de neurona alguna; todo lo sucedido bueno o malo de todos los seres humanos de todos los tiempos y lugares le está presente como en un solo golpe de vista.  Vendrá el juicio y todo cuadrará al milímetro como un rompecabezas. No habrá atropello ni abuso sin enmendar, no quedará deuda alguna sin saldar. San Pablo hace su propia elegía. En la carta a Timoteo, recuerda su hora, un final feliz. Ha librado el buen combate, ha concluido su carrera, ha conservado la fe. Le espera la corona de la justicia. Al lado de Pablo se pueden colocar millones de personas en la búsqueda del amor. No, no hace falta haber sido canonizado, ni ser popular como San Francisco o San Pablo, como Santa Teresa o Santa Rita. La historia de la humanidad tiene un libro de oro donde han firmado millones de personas entregadas al bien.  El Evangelio de hoy también se sitúa en una perspectiva de juicio, de dar cuenta al Señor, por los bienes recibidos y narra la escena de dos que subieron al templo a orar. Uno está en la primera banca para que todos lo vean y reza en voz alta para que todos lo oigan. Parecería que la oración no le es necesaria, porque él no es como los demás, no; él cumple todas las leyes, Bla bla bla… En cambio el otro, ése que todos desprecian por su oficio, por su condición social, ni la mirada se atreve a levantar y se ha quedado en una esquina en la parte posterior del templo. Ese otro es un pecador y se reconoce pecador y pide perdón por su debilidad y es juez severo de sí mismo y ha puesto a Dios como su abogado. Sus heridas han quedado al descubierto.    

 

ORATIO: Señor y Dios mío, Tú todo lo puedes y mi fe es pequeña y quizá farisea. Te lo ruego, conforma mi espíritu para acercarme ti como un pequeño a su madre. Que mi esperanza atienda tu promesa y mi amor se preocupe de hacer el bien que tanto te agrada. Perdóname por juzgar a los demás, por creerme el mejor y el más importante. María, acércame al Niño Jesús.

 

CONTEMPLATIO:  Oración de niño Image and video hosting by TinyPic

 

ACTIO: Ejercicio humildad. Examen de conciencia frente a un Dios que te ve como a través de un cristal. Visita la Iglesia más pobre, la capilla más humilde y atiende ahí tu misa. No juzgues a los demás, ni al más sucio, ni al más despiadado. Valora lo bueno de cada uno. Repite lo bueno que veas y habla de ello.  

sábado, 26 de octubre de 2013

Mayfeelings.com La red social que reza para cambiar el mundo

May Feelings es la primera red social espiritual del mundo diseñada exclusivamente para rezar
Autor: Bosco May Feelings | Fuente: www.mayfeelings.com

May Feelings ( www.mayfeelings.com) es la primera red social espiritual del mundo diseñada exclusivamente para rezar. Supone una respuesta a la invitación de Benedicto XVI a utilizar las nuevas tecnologías para llevar el mensaje del Evangelio.

Consiste en ser un punto de encuentro entre personas que necesitan oraciones y personas dispuestas a rezar por otras. Su misión es acercar a las personas a Dios a través de la oración por los demás, independientemente de su credo e ideología.

Sus promotores, tres jóvenes españoles, están convencidos de que no hay nada más humano que rezar, que no hay nada más bonito que salir de uno mismo y pensar en otras personas. Afirman que la oración sirve no solo a la persona por la que se reza sino también a la que reza, y es por ello que May Feelings promueve la oración como herramienta para cambiar el mundo.


Visita nuestro vídeo de presentación:

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Desde su nacimiento el 1 de mayo del 2012, May Feelings ha recibido 600.000 peticiones, que han generado más de 3.000.000 de oraciones. Unas 80.000 personas procedentes de 120 países ya están inscritas en la red social y cada día se publican entre 1.500 y 2.000 peticiones.

Como dicen sus creadores, May Feelings es una auténtica "máquina de rezar, donde cada día pasan cosas increíbles" Prueba de ello es la historia de Antonia Cabrera, una chica de 15 años que sufrió una parálisis cerebral y por la que cientos de personas rezaron en May Feelings.


La mayoría de las veces,
Dios NO nos permite ver el fruto de nuestras oraciones.

Otras veces,
como en el caso de Antonia,






A día de hoy el equipo de May Feelings trabaja diariamente en intentar hacer concepto de rezar más fácil y dinámico. De hecho, nos han adelantado que en pocas semanas harán pública la aplicación de May Feelings para dispositivos móviles, una aplicación que, sin duda, dará que hablar.

Curso online: Qué me falta todavía? Ser cristiano en el siglo XXI

¿Experimentas un vacío que no consigues llenar? ¿Sientes como si te faltase un apoyo sólido, unos puntos de referencia claros y seguros con los que orientarte en la vida? Curso gratís ¡Participa!
Autor: P. Joaquín Caldevilla Bujalance | Fuente: Catholic.net


Curso online: Qué me falta todavía? Ser cristiano en el siglo XXI


Autor y Asesor: Joaquín Caldevilla Bujalance

Fuente:¿Qué me falta todavía? Indice y presentación del libro

El Objetivo de este curso es ayudarte a reflexionar sobre el Evangelio y la vida de Jesucristo de un modo más moderno, más acorde con la mente y las necesidades espirituales de una persona joven que quiere conocer bien el mundo en que vive e influir en él con espíritu verdaderamente humano y, más aún, cristiano (que no se oponen).

Doce lecciones con temas básicos para tu vida, relacionados con momentos concretos de la vida de Jesús. Cada texto va encabezado por el texto correspondiente del Evangelio seguido de unas reflexiones personales. Esas reflexiones han sido enriquecidas con palabras de la Sagrada Escritura, de escritores de los primeros siglos del cristianismo, de los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, y de otros autores, intercalando algunas consideraciones de jóvenes con inquietudes. Y se incluyen también ideas tomadas de novelas, escenas de películas y estrofas escogidas de poemas y canciones, así como relatos e historias.

Temario:
1.Compromiso
2.Trabajo
3.Libertad
4.Pureza
5. Personalidad
6. Coherencia
7. Fe
8. Esperanza
9. Oración
10. Sufrimiento
11. Vida y valores
12. Vocación
13. Conclusiones

Fecha: 17 de septiembre al 17 de diciembre 2013






Curso online: Qué me falta todavía? Ser cristiano en el siglo XXI

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  • Comunidad de Educadores: Curso online: Qué me falta todavía? Ser cristiano en el siglo XXI

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